Los armónicos
Los armónicos fue un grupo mexicano de los años 40s, formado, entre otros, por Manuel de Landa y Lalo Licona (a la derecha inferior, disputándose una armónica).
El ave desertora
A mediodía visito al porvenir
Por la mañana el porvenir me encanta
A todas horas quiero
Mi dotación de mariposas
Con ojos verdes
Pintados en las alas
Estoy en mi derecho
El cielo que pido es mío
Quiero ser otra y amanecer la misma
Denme mis bodas de fuego
Con la infancia ensimismada
Me voy me voy me voy
Soy el ave de cresta roja
Y huesos y alas transparentes
Ustedes entienden todo
No quiero abandonar a nadie
Lo siento dispénsenme
Me voy porque me necesito
Cascadas esbeltas de animales
Surgen de una sola nube
Ellos vendrán con panes como nieve
Ellos vendrán a sustituir
La tajada de sol que yo me llevo.
Marco Antonio Montes de Oca
imagen: Nobuyoshi Araki
O. Winston Link
The Norfolk and Western project
Visitas a St. Elizabeth
Ésta es la casa de los locos.
Éste es el hombre
que está en la casa de los locos.
Éste es el tiempo
del hombre trágico
que está en la casa de los locos.
Éste es el reloj-pulsera
que da la hora
del hombre locuaz
que está en la casa de los locos.
Éste es el marinero
que usa el reloj
que da la hora
del hombre tan celebrado
que está en la casa de los locos.
Éste es la rada hecha de tablas
adonde llega el marinero
que usa el reloj
que da la hora
del viejo valeroso
que está en la casa de los locos.
Éstos son los años y los muros del dormitorio,
el viento y las nubes del mar de tablas
navegado por el marinero
que usa el reloj
que da la hora
del maniaco
que está en la casa de los locos.
Éste es un judio con un gorro de papel periódico
que baila llorando por el dormitorio
sobre el mar de tablas rechinantes
más allá del marinero
que da cuerda al reloj
que da la hora
del hombre cruel
que está en la casa de los locos.
Éste es un universo de libros desinflados.
Éste un judío con un gorro de papel periódico
que baila llorando por el dormitorio
sobre el rechinante mar de tablas
del marinero ido
que da cuerda al reloj
que da la hora
del hombre atareado
que está en la casa de los locos.
Éstos son los años y los muros y la puerta
que se cierra sobre un muchaho que golpetea el piso
para saber si el mundo está allí y si es plano.
Éste es un judío con un gorro de papel periódico
que baila alegremente por el dormitorio
en los mares de tablas que se van
más allá del marinero de los ojos en blanco
que sacude el reloj
que da la hora
del poeta, el hombre
que está en la casa de los locos.
Éste es el soldado que vuelve de la guerra.
Éstos son los años y los muros y la puerta
que se cierra sobre un muchacho que golpetea el piso
para saber si el mundo es plano o redondo.
Éste es un judío con un gorro de papel periódico
que baila con cuidado por el dormitorio
caminando sobre la tabla de un ataúd
con el marinero chiflado
que muestra el reloj
que da la hora
del desdichado
que está en la casa de los locos.
traducción Octavio Paz
Robert Frank
Death
Law like Love (W.H. Auden 1907-1973)
To-morrow, yesterday, to-day.
Law is the wisdom of the old,
The impotent grandfathers feebly scold;
The grandchildren put out a treble tongue,
Law is the senses of the young.
Law, says the priest with a priestly look,
Expounding to an unpriestly people,
Law is the words in my priestly book,
Law is my pulpit and my steeple.
Law, says the judge as he looks down his nose,
Speaking clearly and most severely,
Law is as I’ve told you before,
Law is as you know I suppose,
Law is but let me explain it once more,
Law is The Law.
Yet law-abiding scholars write:
Law is neither wrong nor right,
Law is only crimes
Punished by places and by times,
Law is the clothes men wear
Anytime, anywhere,
Law is Good morning and Good night.
Others say, Law is our Fate;
Others say, Law is our State;
Others say, others say
Law is no more,
Law has gone away.
And always the loud angry crowd,
Very angry and very loud,
Law is We,
And always the soft idiot softly Me.
If we, dear, know we know no more
Than they about the Law,
If I no more than you
Know what we should and should not do
Except that all agree
Gladly or miserably
That the Law is
And that all know this
If therefore thinking it absurd
To identify Law with some other word,
Unlike so many men
I cannot say Law is again,
No more than they can we suppress
The universal wish to guess
Or slip out of our own position
Into an unconcerned condition.
Although I can at least confine
Your vanity and mine
To stating timidly
A timid similarity,
We shall boast anyway:
Like love I say.
Like love we don’t know where or why,
Like love we can’t compel or fly,
Like love we often weep,
Like love we seldom keep.
Erwin Piscator
dos imágenes de Ewin Piscator, director del teatro político de Berlín.
Brecht en la tierra de Disney
"America... in which racial groups, nationalities, classes mingled and fought, explored new territories, built skyscrapers, formed gangster bands, but altogether stood for adventure and expansion: filled stockyards and constructed railroads - gateways opening on infinite wilderness and possibilities! American meant all these, and also Charlie Chaplin, plenty of money, food, energy, and what the Germans did not least envy: America meant future! What mattered then a little distortion, when so much was real?" Brecht, 1941.