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El lugar y la mirada

Ver, Saber

Ver, Saber

La mirada que observa se guarda de intervenir: es muda y sin gesto. La observación deja lugar; no hay para ella nada oculto en lo que se da. El correlativo de la observación no es jamás lo invisible, sino siempre lo inmediatamente visible, una vez apartados los obstáculos que suscitan a la razón las teorías y a los sentidos la imaginación. En la temática del clínico, la pureza de la mirada está vinculada a un cierto silencio que permite escuchar. Los discursos parlanchines de los sistemas deben interrumpirse. "Toda teoría calla o se desvanece siempre en el lecho del enfermo", y deben reducirse igualmente los propósitos de la imaginación, que anticipan en lo que se percibe, descubren ilusorias relaciones y hacen hablar a lo que es inaccesible a los sentidos. Michel Foucault   

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