Esfinges (Henri Michaux)
Todo cae, dice el Maestro de Ho. Todo cae.
Tú mismo vagas ahora entre
las ruinas del mañana.
Esfinge el hombre que te habla, el hombre
que fuiste, el padre que fue tuyo.
¿Qué has aprendido de las preguntas hechas
por la Esfinge?
Quien no disuelve al que se encamina
hacia él, ve forjarse en él una Esfinge, y de
qué se muere uno sino de Esfinge.
Todo se endurece, dice el Maestro de Ho.
Todo se endurece y vuelve a la mente.
El gesto que no terminamos, la debilidad del
ánimo, la objeción que ofende al odio.
La sonrisa, la cara pura que contemplas ávidamente,
a su vez son Esfinge, ella también incomprendida.
Esfinge que te abrirá una llaga y, andando el tiempo,
cerrará tu camino con duros roquedales infinitos.
Todo deja residuo. Todo se petrifica, dice el Maestro
de Ho. Lo mismo el labio qu la piedra. Lo mismo el rayo
que la ruina.
versión: José Emilio Pacheco
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